En el recorrido de mis pasos,
en las cosas que he vivido,
pensando en lo perdido,
veo que no ha sido tanto.
Lo que se fue, lo despido,
atesorando lo quedado,
grande es lo conservado
y con cariño lo cuido.
Quedan muchos días soleados,
coloridos jardines
y amaneceres bienaventurados.
Vendrán verdes primaveras
y las aves con su trinar,
los abrazos que me esperan
y los besos que quiero dar.
Aún me quedan los sueños
y amigos con probidad,
el gusto por ir viviendo,
sin miedo a la adversidad.
Si me he equivocado,
en ciertas apreciaciones,
el olvido no es pecado,
si válidas son las razones.
Maria Ernestina Torres Sánchez -México-
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