Nuestro jardín florecía,
colores y fragancias,
mariposas y verdor,
como en primavera nos cubrían.
Paseábamos por los campos...
...de la más plena armonía...
aferrándonos a amarnos,
cuando ya no se podía.
Nuestras rutas se desviaron,
fue imposible retroceder,
la distancia fue aumentando,
hasta que no pudo ser.
Creí que no sobreviviría,
que el dolor no pasaría,
me decepcionaste tanto,
que el coraje fue la vía.
Enfrentarme a la realidad,
provocó la consecuencia,
tan me pude levantar,
que hoy padezco de amnesia.
Como polvo te arrastró el aire,
la lluvia borró tu esencia,
la decepción y el desaire,
fueron pecado y
ganada penitencia.
Maria Ernestina Torres Sánchez -México-
No hay comentarios:
Publicar un comentario