domingo, 28 de agosto de 2016

LLUVIA... LAVA MIS ERRORES


Caminando por la senda de la vida:
tropezando y levantando con la conciencia herida,
por trochas, abismos y espinales,
en un mundo abierto a tentaciones pasionales.
Adolescencia y juventud sin templanza,
dando pasos atronados en bacanal bonanza,
acicateado por ebullición de las hormonas,
acumulando faltas en andanzas lujuriosas.
Vicios y placeres buscando a cada instante,
licores y mujeres en peligrosos ambientes
ira y rencores ofendiendo al semejante,
corriendo desesperado con actitud desafiante.
Andando así por desiertos, montañas y selvas
al refrescarse la tropósfera comenzó a llover:
agua de energía solar, copiosa y clara,
vino a mí desde lo alto y mojó mi cara.
Y sintiendo la caricia pluvial suave y limpiadora
dejé que discurra por todo mi cuerpo horas tras horas
que haga su trabajo lavando mis errores
hasta quedar libre de faltas y sinsabores.
¡Bien sé que ha pasado la etapa crítica de mi vida!
“Pero nadie está libre de abrir nuevas heridas”,
las testosteronas y su andrógeno podrían despertar
y a presión me obligarían a equivocar.
¡Oh Sol, padre!, evapora suavemente con tu energía candente,
formando nuevas nubes y con la lluvia, limpia faltas de la gente
que buscando mil placeres y viviendo de prisa,
sola se aprisiona, sola se esclaviza.

Armando Rebatta Parra

No hay comentarios:

Publicar un comentario