Soñé que era paloma
y caía en la calzada.
¡Triste sueño!
Soñé que era gavilán
detrás de una paloma,
la paloma huyó veloz
y yo, gavilán, debilitado
caía en la calzada.
¡Triste sueño!
Decidí que nunca más soñaría
y vivo soñando en no soñar.
Arduo empeño, pues…
al final comprendí
que soñar malo o bueno
es siempre sueño
y… es tan bonito soñar!.
Rosa Ordóñez -Estepona-
No hay comentarios:
Publicar un comentario