Vuelvo a sentarme y escribir
mi corazón me lo manda,
que en estos momentos anda
con deseos de no seguir
latiendo y ya no vivir.
No importa que no se haga,
mi pensamiento divaga,
al cerebro trabajar
porque alguien pudo clavar
al corazón una daga.
Aunque ella no es culpable
por ese daño causado,
sin dudas fue motivado
por algo no deseable;
más bien fue lo admirable
de su forma de escribir,
ella me ha hecho vivir
algo tan bello, tan perceptible,
que concebí ser posible
su amor hacer revivir.
Como se desgarra mi alma,
el cielo encima me cae,
su negativa me trae
casi al perder la calma,
la daga el filo despalma
para de raíz cortar,
este intenso palpitar
por quien no siente por mí,
si por amor yo sufrí
aunque no me quieras amar.
Te veía la vida entera
junto a mi, frente a la luna,
gozando de la fortuna
de los versos compartidos.
Gracias por los días vividos
no diste causas ninguna.
ROBERTO BATISTA PARGAS -Cuba-
No hay comentarios:
Publicar un comentario