En aquel mundo salvaje
le tocó vivir
y vivió y amó aquel ángel.
En aquel salvaje mundo,
cruel y bañado de sangre,
cantó y construyó jardines
y entregó su vida al arte.
En aquel, en aquel mundo
poblado de criminales
y de voraces ladrones,
nunca faltaron los ángeles.
JUAN CERVERA -México-
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