lunes, 1 de diciembre de 2014

TIEMPO DE ESPERA, TIEMPO DE RECUERDO.


Locas,
las manillas giraban con vehemencia,
desgarradas por las curvas de los tiempos.
Locas,
las garzas volaban en círculo,
atendiendo al alimento entre las aguas.
Un acordeón sonó a lo lejos,
en la esquina donde las putas ríen,
en la obscuridad de la farola apagada,
condenada
a ser una pieza inútil del mobiliario urbano.
Locas,
las mariposas vivieron más de siete años,
refugiadas en asilos vetustos y fríos,
deambulando entre las torres con campanas
que suenan cinco veces al día.
La anciana de negro se ha caído,
ha mirado al cielo,
ha rezado su oración de cabecera
y nadie,
absolutamente nadie,
la ha ayudado
a levantarse...

Julio García del Río,

No hay comentarios:

Publicar un comentario