Tan vulgar como ingenioso
sin desdeño y con toda mi cortesía,
enumerando todos tus sueños y mis oídos,
súbito resplandor en uno de mis ojos
y tu habla en coma,
llega mi barco a rozar tu barca,
vapor de ojos entreabiertos,
linfáticos, atrevidos que destruyen
mi resistencia
bajo la espesura de tu anhelo,
tu luz de verdad circunscrita
al alfiler de un verso,
deslumbran tus cualidades
sin impasible altanería
elegantemente enrollada a mi piel
y besa mis dominios y peinas mi alma,
duérmeme en tus rojos labios
envuelve en ellos mi asilo,
mira tu visión como me atraviesa
empapándome en la diminuta noche
con los murmullos de tu conversación,
siento que te desvaneces
siento que soy el autor de tus miradas
siento que me arrojo a ti en carne viva
siento que me acumulo en tu alma
siento como surge súbito
todo lo que añoré en el mundo,
siento que te sacudes profundamente
cuando te mana abierto mi corazón
cuando con llantos de plata vigilo tu sangre
cuando en trance mi lujuria te agasaja
te despierta, te busca y te ama
y eso es lo que siento y por eso
te amo, te busco, te agasajo
y me despierto en ti con lujuria,
¿Tú y Dios os dignareis perdonarme,
si te olvido?
mi corazón fluye
cuando te muerde la duda,
cuando arden dos almas,
cuando escribo mi prologo
y en el epilogo,
sentando cátedra,
encuentro dos sueños
y la otra alma eres tú.
Manuel Vílchez García
No hay comentarios:
Publicar un comentario