miércoles, 3 de diciembre de 2014

SUEÑO MÍSTICO


Quieto bajo cerros
Hallé tu suspiro
Temprana tarde de estío
Y sin daño alguno, adentró sigiloso
Aquel sueño místico
Querubín de edenes perdidos
En las lóbregas y medrosas cavidades de mi ser.
Luz tenue creciente, asomo de brillantez
Deslindes de tierras sin fronteras
Un envite de mi voz, un clandestino rugido silente
Y la muesca se hizo huella
De aquel místico sueño
Aderezo de primaveras escogidas
Bajo oropeles de plata movediza entre las brisas.
Hube aún de palparme las vestiduras
Pues quizás dormitara bajo el influjo del peyote
O mezclara imágenes oníricas y reales
Influido del ensueño contemplativo
Mientras sorbía la grandeza de saberte cerca
Ya por siempre delicada, sabia complicidad,
Cuentas en mi haber, unas runas aguerridas
Que duermen en el tesoro de mis adentros.
Hoy dormito tranquilo, sonrío en tu sien
Mañana será un nuevo día, tu ventana abrirás
Ayer queda entre visillos descarriados
Ya no eres sueño, no eres místico, eres ángel real
Presente seremos donde fluye la corriente
Pasado truena en la inocencia perdida
Futuro aderezamos con el rigor de la amistad.

Santiago Pablo Romero

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