miércoles, 3 de diciembre de 2014

PALOMAS DISECADAS


De las alambradas cuelgan,
los corazones
de las palomas disecadas.

Colgada de un hilo sujeto al a un falso techo.
La luna recortada,
fue acuchillada
por la navaja de la noche
y de sus heridas,
chorrea la sangre blanquifluosforescente,
Del satélite muerto
que callo, sobre la cama de un río.

La muerte.
sonrie desde su balcon abierto,
a los campos,
en donde pacen los esqueletos de las ovejas.
y los cadáveres sin lapidas,
sacan la tierra de su boca para gritar
con la garganta rota;
el dolor de un sueño de libertad.
atravesado con una pistola.

Los campos,
tienen sus cuerpos verdes
pintados de rojo,
por la sangre derramada por las jaurías.
de lobos
Que arrancan trozos de piel a los montes,
cuyas cimas tienen
Sus entrañas abiertas por donde escapan,
miles de hormigas de humo
Que sostienen calaveras entre sus patas.

De las alambradas cuelgan,
los corazones
de las palomas disecadas.
que fueron desolladas
por las manos de unos fantasmas de acero.
Con hambre de metrallas.
y convertidas luego,
en figuras de cartón blanco
apoyadas sobre la palma abierta,
de los niños de piedra.
Que juegan al escondite tras los latidos.
de las flores llameantes
que se apagan.

Debora Pol.

No hay comentarios:

Publicar un comentario