Si mi mare así me viera
en su cara una sonrisa
se pintara de alegría
y más pena no sufriera.
Pero mi mare no está
en el hospital murió
y solo a mi me dejó
perdido en la oscuridad.
Maldito sea aquel virus
que de ti se apoderó
quitándote la razón
y eliminando tu espíritu.
Te estoy recordando mare
en esta noche de otoño
mientras recorren mis ojos
un libro de viejos cantes.
Han pasado tantos años
de aquella triste mañana
en que cerré tu ventana
que el dolor está olvidado.
JOSÉ LUIS RUBIO
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