jueves, 4 de diciembre de 2014

CALLEJÓN -Y SU TEATRO-


al hombre de vagón secreto
Después de nuestra hierba.
Nuestra nata en el vagón a medio habitar.
Nuestra descarriada escuela de peldaños.
 
Tu regazo era entonces,
mejor dicho,
aquel día aquella tarde
tu regazo era un tibio gesto de península inconclusa.
Pero aquel día aquella tarde
el próximo escenario y su eco de zinc sobre mi falda.
Mejor dicho,
tu regazo era aquel día aquella tarde
una taza de balas amarillas.
O quizás
yo en tu regazo
-humeante trazo de recuerdo-
era la sopa de hervor mágico que se desea siempre en el invierno.
Mejor dicho,
y digo bien,
aquel día aquella tarde
nosotros imploramos lo sagrado,
lo que siempre permanece aunque no estemos.

Del libro  Agualava de Patricia Díaz Bialet
Seleccionado por Leandro Murciego

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