La poesía es un prodigio
son estrofas atormentadas
frases finales del vértice
austero y augusto
de un ¿me amas? y te amo.
Me abrigas con la deriva de tu sangre
alas de esa oscura noche
sin virtudes caricias ni mieles,
pero mecanografío
unos jinetes gallardos y esbeltos
que hacen tregua en mis arterias
para hacer vibrar tu alma.
Licuo tu dolor
ese que destruyó
las cornisas de tus sueños,
te entrego una criba de ujieres
propicios a tus pupilas,
son relinchos desvalidos
gotas llorosas traslucidas
que atraviesan las sombras
cándidas a orillas de tu retina,
mi pluma merodeadora de palabras
cuelga mi habla
encarnada en briznas de dolor
mientras la esperanza
con un inseguro viento
sin embargo en penumbra
baña violenta mi corazón.
La vida me duele inmóvil,
inútil y perdida,
espera callada,
muy dignas pero al trote
un infierno de transfusiones
cierran los ojos y relinchan
entre dos fuegos, paz y arrecife.
Tan profana broma grosera
que las horas de mi reloj
las ha doblado el viento,
tu perfección me ha perdonado
alacrán que mordí tus entrañas.
Manuel Vílchez García de Garss
No hay comentarios:
Publicar un comentario