En esta aborigen de culturas perdidas,
cedieron su lugar a otras nuevas venidas,
se abandonaron en un aborto inducido,
llegaron con indumentaria dorada que eclipsó…
Oscureció y deslució el presente,
hicieron acto de presencia como
si fuese a abrirse algo maravilloso…
Flor perenne con augurios favorables de futuro.
Augustos infundiendo admiración y veneración,
nuestros ancestros desde su auditorio
abrieron los brazos y aplaudieron al unísono…
¡Qué gran comedia es la vida!.
Mientras ellos, ellas, entre bambalinas
se frotaban las manos y se reían.
Oropeles, reflejo de espejo, ilusorio oro…
¡Qué bonita será la vida!.
Amaneceres de otrora,
tiempos de ovaciones, ouija, brujas y celestinas,
chamanes que hablan con los dioses,
curan y adivinan.
Hoy, todo en el olvido, subsistimos sin apenas luz,
el espíritu raído, con un alma de alas rajadas
que cae y se levanta del abismo,
ese que otros nos crearon con engaños y mimos.
…Ellos los payasos, nosotros sus clones…
Lola Wizner
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