LA DUDA ES UNA PUERTA SIN LLAVE

En un dedo de noción,
táctiles apuntes,
donaires que recorrió la dicha.
De luchas la premura consolada.
Y de música la raíz silente germinando en algún rincón.
Vagamos señorialmente,
en la utopía del ocio.
Restamos en la invención,
lo menos postergado,
varices y estrías de miedos fenecidos.
Morimos cuando jugamos
con realidades prestadas.
Cuando lo que es posible no,
nos interesa.
Cesamos vilos con sueños
a media resta, despertamos
con dilación mustia y fresca.
Esto de repetirnos con retiros
de ansiedad bermeja,
modelando el suspenso
para motivar la razón.

Belén Aguilar Salas -Costa Rica-