Sueños que regresan del lejano oriente
oasis perdido de mi gran sufrir
junto a los recuerdos vuelvo a revivir
como un firme sueño diáfano y presente.
Entre palmeras rozo el inmenso cielo,
y la luna con su aura brilla en silencio,
blancas rosas asoman en el recuerdo,
y dela fría y fina arena hago un lecho.
Pinto de luces y colores mis sueños,
con la mirada posada en la ilusión
de ser amada, serán hermosos sueños,
cuando lleguen con su eterna bendición.
Te acaricio como amapola en el campo,
esperando entregarte mi alma y mi cuerpo,
con la piel salada, entregada, con tiento,
gastando las horas, matando mi tiempo.
La luna se hace en la noche más hermosa
para mirarse en las aguas del océano,
sin humanos ojos, yo tengo mi cielo,
nublado y sin estrellas pero es mi cielo.
Esperando estoy, queriéndote sentir,
MARI CARMEN MORENO GARCÍA
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