Pocoyó hundió su nariz de plastilina
entre los muslos de Ely
que gritó
jesusito de mi vida eres niño pocoyó.
Esto imaginaba el borracho conocido
en su "delarios tremens"
en la barra del bar dónde Bukowski
potaba y petaba sus poemas,
abofeteando posters eróticos
con el rostro de cúbito supino de
JoseluísMartínVigil.
Pocoyó, mientras,
intentaba incorporarse sin que se le
zarandeara el corpiño azul
con su nariz llena de plastilina azul
y trozos del entresuelo de Ely.
El borracho conocido invitó a todos,
Pajaroto incluído,
a una ronda de bourbon
a cuenta de la casa,
de la casa de la Pradera.
Nunca imaginó, el distinguido y célebre borracho
que su "delarios tremens"
tuviera los pelos de la espalda de Chanquete
"grapados" como a fuego,
con hilillos de plastilina formando el cuerpo
de Pocoyó enredado en el refajo de Ely
dibujando la página 42 del Kamasutra.
GUILLERMO JIMÉNEZ FERNÁNDEZ -Mérida-
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