domingo, 28 de septiembre de 2014

ÉL...


Él se declara en derrota...
A olvidado que aún, la
espina de una rosa... Llora...
Y que el otoño que la marchita
es la ausencia de sus horas...
Cuando no me escribe en varios
días, los versos dulces de sus
notas...

Él...
Me piensa rota...
Me ha sentido de otro
mundo... Y se ha escondido
de mis dedos...
Sabiendo él, que yo le
veo, cuando baña en tinta
su credo, de no volverme
encontrar...

Y me vocifera; enojo, de
saberme tan lejos...
Sabiendo que a su lado
duermo, oyendo su
insomnio manchado de
versos...
Porque le han robado
la presencia de ese canto
sereno de palabras que lo
hacían llorar...

Yo no sé, si todavía soy
su mariposa o si le gustan
las rosas, aunque estén
marchitas... de tanto llorar...
sin piel, sin sueños, sin edad...

Lo único que sé, es que
entre sus versos, el cielo
y la luna, se conjugan
su aliento en mi flor
y sus dedos en las
palabras que abren
resquicios de soledad...

CARMEN CONCEPCIÓN

No hay comentarios:

Publicar un comentario