Allá en las periferias de la noche,
noche sin luna y sin estrellas,
sin tan siquiera un aerolito
o una humilde luciérnaga.
Noche mía y sin ti.
Noche cerrada en los laberintos del olvido
y en las acongojadas lágrimas de la noche.
Noche sin el temblor de un beso.
Huérfana de caricias.
Allá y allá y mucho y mucho más allá.
Allá te digo, ¡oh amiga lejanísima!,
lejana amiga de lo lejos muy lejos,
y más y más y cada vez más lejos,
y allá y allá, lamento de lamentos,
donde las periferias de la noche,
noche sin luna y sin estrellas,
me hablan de ti y tú, ¡ay tú!
¡Ay tú, tú, tú no estás, no estás tú
y ya nunca, nunca jamás,
ni jamás nunca, estarás,
dolor de jamás nunca y de nunca jamás,
amor mío, entre mis brazos!
JUAN CERVERA -México-
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