Se parecen el silencio y el tiempo
el domingo de mañana cuando los geranios se quedan
pacientes contra el brillo de los cristales
donde el sentido de lo humano se estanca
y el consistorio de sonidos y ruidos
se convierte en una única voz…
No mucho más me es dado ver
y oír desde este exiguo espacio desde el cual, no obstante,
una verdad sin huellas circunscribe la inmensidad.
Es criatura de un aire que llega sin rima
el miedo y pide que ella le dibuje
una casa con una ventana abierta y una cerrada,
con techo de chimenea humeante y una puerta
desde la cual se pueda sólo entrar.
LUCIANNA ARGENTINO -Italia-
Publicado en la revista La Urraca 33
No hay comentarios:
Publicar un comentario