Te voy a recatar de tus pedazos
y hacer un hombre nuevo
con tus sombras.
Procura no gritar,
habrá retales
que habremos de ofrecer a los gusanos
para que puedan
seguir dando su jugo a las adelfas
con todos los derribos de la tarde.
No te preocupes,
cuando te acabe
te habrás desabrazado de tu sombra
y el verbo habitarás como presencia.
Tuviste suerte
la noche en que
acercándote a mi esquina
pusiste entre mis labios un poema
y no pediste precio por mi boca.
JUAN JOSÉ ALCOLEA -Badajoz-
Publicado en la revista La Alcazaba
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