Hace pocos días, a través de una correspondencia virtual con un gran amigo mío, también Poeta del Mundo, cubano y residente en España, mantuvimos una interesante conversación en la que disertamos muy amplia y ricamente sobre la poesía actual y la forma de expresión del poeta en nuestros días ( él llama a la forma de escribir sus versos “coloquial, informal, un recogimiento en retazos de la vida cotidiana” ). Todo esto nos condujo sin remedio a un tema muy interesante:
El DADAISMO; es decir, “ la oposición a la razón”.
Allá, a principios del siglo XX, un grupo de jóvenes poetas parisinos, encabezados por el rumano Tristán Tzara, se hallaban reunidos en un café en agradable tertulia y entre bromas y ambiente desenfadado surgió como una explosión volcánica un nuevo movimiento cultural que se caracterizó por borrar todos los cánones y convencionalismos ya establecidos en el arte y en la literatura en general provocando unas técnicas de rebeldía y aniquilación de la belleza. Su cometido era la destrucción de la lógica.
Pues bien. DADÁ ¿Que significa DADA?
Pues DA-DA son las primeras sílabas que pronuncia un niño cuando quiere empezar a hablar. Él intenta con este balbuceo expresar un sentimiento, quiere hacerse entender con un lenguaje incipiente que es imposible descifrar. Nadie lo entiende… DA-DA…
De ahí , de esas dos inocentes sílabas nació el concepto de DADAISMO.
El DADAISMO fue un fenómeno con una fuerza extraordinaria que se extendió rápidamente en todos los campos de las artes. Si empezó en un ambiente literario, como en broma, pronto caló e influenció en la música, la pintura, la escultura, la literatura, el teatro, la poesía y hasta en la forma de hablar de las gentes.
He leído que el CUBISMO y el DADAISMO confluyen en un mismo punto.
¡Cuantos maravillosos artistas del pincel plasman sus temas en estas formas de expresión. Son coloristas, imaginativos ¡pero tan difíciles de entender cuando pintan una imagen, una naturaleza muerta, una puesta de sol…! Dicen con fuerza expresiva DA-DA, pero ¿todo el mundo los comprende?
Dicen que le IMPRESIONISMO pudiera ser un antecesor o precursor del DADAISMO, algo con lo que no estoy de acuerdo. Si el DADAISMO expresa el inconformismo en todos los campos socio – culturales; son los “antitodo”, en la pintura el IMPRESIONISMO es la renovación de la belleza en una brillante
imaginación llena de luz y colorido dándole a las formas un halo un tanto especial aunque nunca salido de la más hermosa realidad.
En la música el DADAISMO hizo mella. Destacados compositores de principios del siglo XX basaron sus obras en temas llenos de disonancias y estridencias que no llegan ni calan en todas las personas. Son difíciles de asimilar; crispan los nervios. Todos mis respetos para ellos porque son grandes de la música, pero la música, estoy convencida que es para elevar la conciencia a un estado de paz.
Poseo una biblioteca bastante nutrida en la que tengo obras de varios autores universalmente conocidos de aquella época de principios de siglo XX y que están inmersos en el más puro DADAISMO. Los he leído más de una vez, pero cuando termino el libro caigo en una gran depresión. Son muy particulares en su forma de escribir por tener una imaginación extremadamente excéntrica y enfermiza que me inducen a pensar en mundos irreales que me llevan a una especie de desaliento que hace que el ánimo se me venga por los suelos.
Y en la Poesía. ¡Ay en la poesía! Hay mucho DADAÍSMO en la poesía actual.
El poeta escribe, quiere elevarse y darle forma al verso, pero lo destruye con un vocabulario que está fuera de los cánones poéticos. Con esto no quiero decir que no se exprese libremente, que la poesía es pura y bellísima cuando es libre. El verso rimado y medido es algo maravilloso por cierto, así nos lo enseñaron los clásicos, y la expresión poética, lo que se llama “poesía”, es otro “algo” muy distinto. Tan loables son el uno como el otro pero el poeta debería intentar llevar siempre un mensaje de belleza en sus palabras escritas. Escribir un poema no es poner un texto cualquiera, que apenas dice nada, en una serie de palabras superpuestas en forma de versos, tiene que llevar un mensaje que diga “poesía”.
Ahí está el fenómeno del DADAÍSMO que a través de un siglo sigue vigente en nuestros días.
María Sánchez Fernández. España
Publicado en la revista Oriflama 18
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