Andy Dufresne, quien aunque a nadie le importara no había asesinado con salvajismo a su esposa infiel, aguardó al amparo de la noche para retirar en fantasmal silencio el póster de Poe y renovarlo por otro de
Lovecraft. El bueno de Edgar, que llevaba años como único compañero de celda, se hallaba visiblemente deteriorado, por lo que Andy había conseguido un buen sustituto para colocar en la pared y acompañarle durante su condena.
Lovecraft por Poe como tiempo atrás había sido Poe por Stoker.
A la mañana siguiente, el mal encarado jefe de guardias de la prisión de Shawshank improvisaría algún insulto que reemplazara al soez “Dufresne, marica, ¿es que te gustan los bigotes?” referido a Poe, como éste había suplido al “¿es que te gustan los gordos?” con Stoker.
¿Qué diría? ¿Los morenos? ¿Los de mentón grande? ¿Los raritos?
Cualquier peculiaridad que se le antojara sutil aun sin serlo. No mencionaría a escritores de terror, desde luego. Andy estaba seguro de que el guardia no conocía a ninguno de ellos; ni siquiera creía que hubiera leído un libro en su vida. No obstante, observaba los pósters con desprecio, casi con odio, y esto entrañaba cierta amenaza pues podía levantar sospechas en su captor. No unas sospechas razonadas sino viscerales, pero igual de peligrosas, pues en esos pósters se refugiaba su esperanza de abandonar Shawshank.
Quizá hubiera sido más conveniente Rita Hayworth o Raquel Welch, disimulando con el propósito onanista común en la soledad abrumadora de la cárcel.
El día llegó y con él la primera ronda, que el jefe hacía en persona.
Se paró frente a él e inspeccionó con brevedad la celda hasta reparar en la nueva lámina.
— Dufresne, marica, ¿es que ahora te gustan los… los…? –y no encontró ningún adjetivo que le pareciera sofisticado e insultante.
Entonces su rictus mutó a la cólera al saberse en evidencia lingüística frente a un preso–. A la mierda con
el póster –concluyó furibundo, rebuscando entre su enorme manojo de llaves para entrar en la celda.
Andy abrió mucho los ojos, presa del pánico. Rita Hayworth hubiera sido mejor.
Basado en Rita Hayworth y la redención de Shawshank de Stephen King
Pedro López Manzano (España)
Publicado en la revista digital Minatura 123
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