Poesía manejada con los pinceles del acantilado.
Laberinto donde se pierde el silencio
pero se atrapa una musa.
Hermosa narración revestida de notas dulces...
todas dulces.
Adoro la sutileza de estos versos
como si fueran míos.
Los crucifico a mi alma y los bautizo.
Los prismas multicolores del arcoiris
transitan reverentes por tu canto,
manantial de luces que festejan la noche.
Son tus palabras
convertidas en metáforas fértiles,
Es tu canto
revertido en mi tiempo de palmeras,
Es tu mística
envuelta en canto de gaviotas…
Estridente frecuencia
donde se conectan las ansias
para fecundar la sed.
Dulces paradigmas de nostalgias desdeñadas.
Embriagador enjambre de terciopelo tu discurso
Déjá Vu que palpita al ritmo de tus sueños,
de tus nostalgias perdidas en el alba...
cálidamente dulces.
Entre quiméricas luces de un concierto boreal
se esconde el canto:
tu canto.
Una lluvia de utópicas razones
desborda el cielo y lo inunda:
son tus versos.
Un arribo al horizonte
con calabazas de ilusiones compartidas:
tus ansias.
Inspirador manjar vestido de rayo sosegado:
tu cariño.
Ramón Saba
Publicado en el blog lunadesalymiel
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