domingo, 23 de diciembre de 2012

CARTA A GEORGE


al loco de George Bataille (1897 – 1962)


“Y bien, morimos
Millones de años
para la muerte, para una dignidad
extraña, en cierto modo
ajena. Pero el tema
es más ambicioso
que el pensamiento
y se pudre ahí mismo”
Joaquín Giannuzzi (poeta argentino)


1.

Si hay que morir, porque somos basura,
que se muera,
si es deber, que se cumpla, y nos decapitamos.
Jódase la vida de una vez por la esperanza
pero vamos a salvar al último dios,
al otro que renace con resolución y voluntad
más vivas que la que nosotros empeñamos
sin cuajar con deseo transgresoramente lúcido.
Luchar por otro.

Ellos sí alzarán el comienzo del pensar,
descubrirán el tránsito a tal comienzo.
Ellos no se asustarán por nada,
como nosotros, miopes en la historia del ojo,
adoradores del Señor A La Mierda,
amo de ajenos y propios excrementos, Lord Auch.

Vamos a dar la oportunidad
al sol sobre la tierra y no al olor
del huevo pudrido o el ojo vago
que no resiste que lo encandile un rayo,
temor a quedarse ciego
con tanta luz; pero aún en lo oscuro
hay luz, George.
Luz oculta para el otro comienzo
y un pensar según la historia del ser.

Si para entender el poder que se despliega.
hay que morderse en la esencia como en el güevo
y sacarse el ojo hasta ver
la impotencia, el sometimiento, el rostro
de quien predica su nivelación y,
desde su propiedad y sistema, nos escupe,
que sea,
pero en el ínterin tenle odio, George,
y busca la nueva soberanía
para que renazca algo mejor.

Ay cabrona vida que anuncia la muerte,
vida-filfa, siempre producto de descomposición
desde sí y síndrome de albúmina
y huevo en corrupción, pero la vida reincide
y se pone en circulación con substancias necesarias
y necesaria es la incesante venida al mundo
de nuevos dioses como los que no pudimos ser
porque Dios habló poco y pendejamente
a nuestros corazones, a nosotros que apetecíamos más
y instruyó la vaga idea
de que el infierno es la vida.

George Bataille, hermano, no lo es. De la razón /
racionalidad cartesiana / kantiana / hegeliana /
cualquier razón lógico-deductiva-formal
ese viejo diosito del culo de su madre
se burló y hoy apenas entendemos
cómo el erotismo aprueba la vida
hasta en la muerte y la razón nos embroma.

Y cómo vas tú, fascinado con el sacrificio humano
tanta violencia / tanto caos en locura /
y este desfile de zombis, acéfalos /
secretamente descabezados
en el alma, sin que nunca aparezca el verdugo
para desloncar la fuerza / pasión / erótica verdadera,
pero sí los criminales por indemnización.
Estos de oquis abundan.


Del libro inédito “La revolución profunda” de Carlos López Dzur -Puerto Rico-
Publicado en Suplemento de Realidades y Ficciones 51



No hay comentarios:

Publicar un comentario