jueves, 20 de diciembre de 2012

BREVERÍAS


2756
Retorno hacia el pasado. No hacia el mío,
más que de claridad, de sombra lleno.
Al de siglos lejanos.

Allí puedo espigar. Sólo me guío
de mi inquietud, pues nada me es ajeno,
pensadores, artistas o artesanos.

En tales manantiales han bebido
quienes viven de la obra de sus manos,
de su mente, su afecto o su sentido.

2757
Regresar es de sabios. O de idiotas.
Si para corregir lo equivocado,
o para repetirlo una vez más.

Temo que he visitado mis derrotas
con la actitud absurda del soldado,
sin plan de cambios al mirar atrás.

2758
Detesto la tiniebla, te hace ausente,
aun estando en mi abrazo estremecida.
Revélate a la luz, tan inocente
como al nacer, cuando te vio la vida.
Eres más pura, hermosa, transparente,
en luminosa desnudez tendida.
¿Qué tienes que ocultarme? ¿Tus rubores?
¿No se precian de tal color las flores?

2759
Al fondo de tus ojos grita el llanto,
que ha de fluir en clara mansedumbre,
pero que escucho en reventón de trueno.

Mas si en susurro y compasión te canto,
tal vez tu propio espíritu vislumbre
escenario más cálido y sereno.

2760
Me provocas la sed que no se apaga,
que me espolea a comenzar de nuevo,
como si antes y ayer fueran perdidos.

Porque es hoy, ahora mismo, que me embriaga
desesperadamente, y me sublevo
ante momentos no tan bien vividos.

FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO -Los Ángeles-

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