Laboriosas abejas
cotidianamente,
zumban por las mañanas
con el café caliente
y el mate compartido.
Así era mi casa:
tranquila y silenciosa
en las siestas calientes del verano.
El agua para el mate,
la tarde compartida
(una mirada limpia
resbalando las canillas)
Papá leyendo un libro
Mamá regando el pasto
Estela con su sombra
deslizada en el patio.
Así, así era mi casa
una sonrisa tibia
abierta a la mañana.
Alcira Fidalgo Pizarro
Publicado en el blog Escritoras Unidas y Compañía
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