lunes, 15 de agosto de 2011

POEMA

Tarde tediosa de un 15 de Agosto.

Para unos es un puente y para otros un túnel, puente
de pasar despacio, túnel de pasar deprisa: por
la Ciudad me desplazo, ni despacio, ni deprisa, pues
la Ciudad es toda mía, es una Ciudad vacía:
recorro las avenidas, que es por donde el agua venía,
calles, plazas y callejuelas en donde el agua se
entretenía, al salir de la avenida.

La Ciudad testigo muda de antes y ahora, como yo
testigo soy ahora: Hoy es un 15 de Agosto,
día del “gran sopor” para unos y “la mar de divertido”
para otros, todo el mundo lo celebra por gusto
o a la fuerza, pero lo celebran todos.

El que fue a países lejanos de oriente u occidente,
pudo conocer a chinos, indios de la india
y de Colón; y africanos de color de dulce de chocolate.
Paseó por bazares, mercadillos y puestos de ventas
varios, compró, comió, y quizá hasta vomitó
por no estar acostumbrado a suculentos bocados
de lagartijas diversas, insectos estereotipados, y peces
de río o mar rebozados con harina de garbanzos.

El que se quedó aquí en la gran Ciudad
porque marcharse no pudo, disfrutó de alicientes
sencillos que el que se fue no tuvo,
y aunque no pudo ir allá al otro extremo
del mundo, también se vio rodeado de gentes diversas
que por la Ciudad pululan; chinos mandarines
y cantónales, con sus bazares abiertos de noche y de día
durante los cuatrocientos días que el año tiene,
por lo menos para ellos.

Si te has quedado a la fuerza que es como hay
que quedar, para así poder sentir el vértigo
que la soledad da dentro de la gran Ciudad, habrás
aprendido quizá más que yéndote allá, allende
los mares, disfrazado de turista y despojado de hombre.

Julio Guzmán Sanchis

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