jueves, 11 de agosto de 2011

POEMA




NUEVO ATARDECER

Esbeltos árboles me ocultan el sol
dejándome solo visibles sus alargadas
sombras que cubren las aguas
y un pedazo de cielo anaranjado
que ya no es mi cielo,
que ya no es mi cielo azul,
el que me llena de vida,
el que me alegra la vida,
el que me trae la sonrisa.

Ahora no sonrío pero tampoco lloro.
Es el momento para contemplar
el suceso diario, cotidiano,
el paso no traumático
entre luces y tinieblas
porque hasta ellas necesitan
unas horas de descanso
para despertar más hermosas
cada nuevo día.
Yo también necesito irme
con la luz para olvidar
lo inolvidable y quedarme
sólo con los recuerdos positivos
porque hay que enterrar
lo enterrable y guardar
sólo las vibraciones vitales
que despertaran en mi interior
todo un bello paisaje.

Miro mis dedos y entre luz
y sombra los veo como nunca
llenos de unos reflejos
que reflejan como espejos
lo que aún queda visible
de los esbeltos árboles
que me ocultan el sol
que se pierde tras ellos
para dormirse en la oscuridad.

JOSÉ LUIS RUBIO

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