Huellas que desnudan el amanecer
invadiendo con sintonía del amor
el callado beso del ayer tocando calma
emergiendo la mariposa llenando mi alma.
Quien arrulla en el silencio envolviendo piel
hablando la noche con la sonrisa que basta,
toda una eternidad al reencuentro del tiempo
mirando tras la ventana otoño rojo ceniza al fuego.
Reencuentro del tacto en alma viva plantando momentos,
aquellos aromas navegando pequeños deseos.
Intima y bella pasión en las raíces que no olvidan
dulzura impecable que dibujan voces que llaman los recuerdos.
El nombrar el paso que golpea la calma resquebrando el cielo,
aquella cicatriz del palpitante misterio desatando el corazón
evocando el porqué y como se durmieron las noches.
Huellas que desnudan entre gotas del desvelo el amor que pierdo.
José Nieto
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