sábado, 23 de febrero de 2019

RIESGOS INNECESARIOS


la verdad por delante de nuestro caminar por la vida
en esta jornada, se tendrá esa ocasión de aplicar esta máxima,
evitando así las típicas complicaciones por pereza
fuerza negativa que muchos seres humanos en alma y cuerpo tenemos.

el hoy no es nada bueno para apostarle a la vida
como verse grande
recordando que el ser yo es el alma y no ese cuerpo materialista,
porque eso es solo complicar el existir en alma y cuerpo
no perfecto
sobre muchos otros seres cargados de vida en la naturaleza,
que nos rodea en nuestra casa la tierra, aire y agua.

cada segundo del minuto en la hora por estar vivo hoy
está alineado en ese favor positivo,
para caminar y dar pasos muy seguros por la vida
del no ser perfecto
logrando que nuestra salud espiritual sea purificada,
para favorecer a este nuestro cuerpo de humano.

recordando que la única diferencia entre un buen y mal día
es la actitud que se tenga en ese su momento.
esa posible energía grasosa del cuerpo al alma como humano
hará que te o nos sintamos pesados y fastidiosos,
para con los seres cargados de vida a nuestro lado
que compartimos
no siendo capaces de razonar satisfactoriamente,
para mi persona y mucho menos para con quienes estoy compartiendo.

solo asegurándome de que la casa de mi alma esté limpia
en totalidad
podría sentirme o sentirse agradable,
para mi propio ser y para todos mis familiares y amigos
a mi lado
y así poder aprovechar todo lo positivo en cada ser humano.

gracias a esa creatividad del ser limpio en alma y cuerpo
como humano que se dice sabe pensar, analizar, enjuiciar, razonar,
es capaz de reflexionar cada sugerencia regalada y recibida
de quienes están compartiendo,
en ese diario caminar por la vida de la enseñanza mutua.

esa posible discusión de mi alma con mi cuerpo de ser humano
son puntos muy negativos y destructivos en un todo,
solo buscando ese lado positivo de la relación
entre ser uno solo
es como se evita esos riesgos innecesarios,
cometidos por ser humano no perfecto sobre la maravillosa existencia.

Alejandro Madriz Martínez

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