Tengo la sensación
de que, por instantes, no estoy...
que traspaso al otro plano
donde las sombras paralizan el aliento;
de pronto, la razón activa mi mente
y avisa que aún respiro el aroma de sus rosas.
Deduzco que no estoy sola
ante la mirada de unos ojos verdes.
Se me eriza el vello y el rubor de mis mejillas
delatan mi timidez de corazón de niña...
¡Mi amor, descubre mi cuerpo,
pues mi alma es pura como una llama de fuego
y tiemblo, si imagino tus manos en mi cintura!
María Sirena Matri Mar -ESPAÑA-
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