martes, 19 de abril de 2016
INDIGNO.
Que malo es ser un indigno
antes los ojos del ser a quien se ama,
aunque entregues tu corazón y alma
en infértil tierra, que no procrea,
mas que dudas y viles desconfianzas.
Por mucho y mucho hagas esfuerzo
para que desaparezcan fantasmas,
y espíritus que traicioneros clavan
sus garras sedientas y afiladas
labrando esas tierras sin cultivos,
pero muy productivas a la intriga,
para que florecientes den espigas
de la infelicidad no calculada.
Si, así mismo se va comprometiendo,
sin que nadie quiera comprenderlo,
que antes los ojos del yo propio
nomás empieces tú mismo a dudarlo
si es realidad o puras fantasías,
y juro ante ti que yo no me resigno,
haciéndome meditar día tras día
que ante ti, a tus ojos. soy indigno.
Mala fama tenemos los poetas
de ser bohemios y tarambanas
que seducen con viles versos y poemas,
sin que nadie se de cuenta de una vez
que las puntas venenosas de saetas
también son parte de los temas
que abordamos como lírico revés.
Por testigo, solo Dios y mi conciencia,
que no es indigno mi sentir sincero,
ellos, en lo profundo saben que te quiero
con amor puro y vital transparencia.
ROBERTO BATISTA PARGAS -Cuba-
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