Dentro de los límites de la razón, la poesía y la filosofía pueden tener sus puntos de encuentro. Sin embargo, allí donde la razón no llega y la filosofía tiene que detenerse o dar saltos en la oscuridad y el vacío, a la poesía le crecen las alas. El mundo irracional es muy rico y, al contrario que a los filósofos, a los poetas nadie les pide demostraciones ni responsabilidades. Los poetas se suelen mostrar incontinentes. Yo soy un profundo admirador de los filósofos.
Del libro "La dimensión poética del mundo" de
Mariano Estrada
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