sin Dios y sin vos y mi (J. M.)
Enterrado en Uclés, me encuentro solo ahora,
ya sin vos y sin mí (aquel que os soñó tanto
al borde de batallas y en banquetes floridos
de versos y en torneos), ni sin el sol verdugo
de Castilla, olvidado del Marqués de Villena,
de Isabel, nuestra reina, y de Garci Muñoz
y también de mi tío, buen don Gómez Manrique
y acaso de mi padre, maestre don Rodrigo,
y de Guiomar, mi esposa, como difuminada
en la artera memoria.
Me acuerdo solamente
de vos, no de la vida de la fama (siquiera
que me tuvieseis vivo entre vuestros recuerdos);
y si Dios me permite retardar mi viaje
hacia Él, me detengo ante el eco dulcísimo
de vuestra voz; que es ella la que me está aliviando
tan cruel y sangrienta despedida del mundo
que nos mata, nos mata doblemente, señora.
Del libro Los espejos preferidos de Juan Mena -San Fernando-
Publicado en la revista Arena y Cal 209
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