Donde quedo el amor
ese hermoso sentimiento,
cuando las mentes perversas
sintiéndose superiores,
se llenaron de rencor
y eliminar quisieron
todo indicio, sin razón
del judío y su nación.
En agrios campos de infamia,
la nación, purgo sus penas
y como escoria sufrieron,
de la burla y del desprecio
del ario que en su grandeza,
reclamaba la pureza,
que engrandeciera a su raza.
Ignominiosa afrenta,
de pena y de sufrimiento,
de desconsuelo y espanto,
de lagrimas,
por justo llanto.
El holocausto maldito
no destrozo su nación
y aunque sufrieron a gritos,
un pueblo por Dios bendito,
dijo no… a la humillación.
DARWIN I. FLORES VARELA
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