He perdido el templo para este poema
los villancicos duermen sobre el piano.
Las calles guardan los augurios
y un río cristalino ahoga los sueños.
Las animas esparcen sus alas
cubiertas tan solo de caladas vestiduras
en círculo profundo traspasan la piedra.
He perdido el templo para este poema
la música.
El dibujo de cualquier filigrana
es un pájaro que cae sobre el aliento
una ráfaga de astros que cautiva la luz
iluminando las sombras detrás de cada cuerpo.
Camino a su lado y leo sus sueños
la penumbra
la esperanza pura trazada con ceniza
el vacío impredecible del recuerdo
del hijo que levanta su trémula cabeza
y en un instante coloca su eternidad a salvo.
Vivian Vila Morera, Ciego de Ávila, Cuba
de: Antología de la poesía cósmica, Por Fredo Arias de la Canal
Publicado en la revista Carta Lírica 40
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Hace 10 horas
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