Una vez más, enfermo
bajo las sábanas tortuosas
de esta solitaria y silenciosa cama,
ne deslizo por entre
los pazadizos de una madrugada interminable
entre convulsiones febriles y sudor,
entre espasmos, vómitos
y bilis.
Todo el estómago
se derrama por mi boca
y me acuerdo de aquel Lorca
de Poeta en Nueva York
que hacia revolver las entrañas.
Y me acuerdo del Mundo y del Hombre
y eso me hace vomitar
durante toda mi vida...
DIEGO GRANADO-Cádiz-
DE FACEBOOK - 6136 - HACE OCHO AÑOS
Hace 2 horas
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