sábado, 17 de julio de 2021

VIENDO


Viendo en la Noticias lo que está sucediendo en Cuba, recuerdo con nostalgia mi estancia en París en  los años 60 con las revoluciones estudiantiles. Entonces los jóvenes usaban camisetas y gorras con la efigie de  Ché Guevara y se ensalzaba la Revolución Cubana, capaz de cambiar un sistema caciquil, que provocaba desigualdades extremas.

¿Qué ha ocurrido para que hoy asistamos al hundimiento de Cuba?

Un poco de historia vendrá bien:

Había una vez un pueblo harto de pasar hambre, sufrir abusos  y castigos. Los ricos organizaban fiestas diarias, abusaban de las criadas solteras o casadas y mantenían una férrea disciplina contra los descontentos.

Un día el pueblo se levantó y obligaron a huir a los Señores. Hubo muertos de ambos lados y al final el pueblo quedó libre de esclavizadores.

Formaron una cooperativa y comenzaron a producir grandes cantidades de productos. La economía iba bien, los adultos trabajaban y los niños iban a escuelas y universidades, de donde salieron tantos  médicos e ingenieros que los enviaban a otros países pobres para ayudar.

Pero los Señores regresaron acompañados de  un poderoso ejército extranjero y rodearon al pueblo por tierra y mar. Y durante decenas de años no dejaron que entrasen o saliesen personas ni  productos necesarios para vivir como  alimentos, repuestos de maquinarias o medicinas. Así la gente se  moría de hambre y de enfermedades que en otros países se curaban rápidamente. 

Y los Señores y sus aliados comenzaron a desprestigiar el sistema de la cooperativa y a sus dirigentes. Y el mundo entero podía ver que antes el pueblo era  famoso por sus riquezas y derrochaban dinero en abundantes  fiestas en  yates y palacios, mientras que con ese sistema cooperativista se habían arruinado y morían de hambre o por el coronavirus, ya que carecían de vacunas por el bloqueo.

 Tan desesperada era la situación que finalmente el pueblo se rebeló contra sus dirigentes.

Quedó demostrado: El sistema cooperativista (comunista) instaurado 60 años antes en el pueblo ha fracasado: provoca hambre, muerte y  depresión.

El mundo respiró tranquilo: ya no existía la amenaza de que las ideas comunistas   se propagaran, el capitalismo ha demostrado que es infinitamente superior: producen tantos alimentos que a veces los destruyen para no bajar los precios. Hay vacunas para todos y la sociedad vive atrapada en un sistema consumista que si no consume se queda sin trabajo y  se convierte en pobre, y si consume se convierte en esclavo sin horarios ni descansos para pagar lo que adquiere.

Una pregunta ronda por mi mente:

¿Qué hubiera pasado si dejan a ese pueblo desarrollar sus industrias, dejando exportar sus productos y comprar materias primas y repuestos como hacemos todos los países  occidentales? Si dejaran salir y entrar turistas libremente; si pudieran restaurar sus ruinosos  edificios…

Solo si hubiesen tenido esa oportunidad y hubieran fracasado podríamos decir que su sistema es malo. Pero no ha sido así; lo han derrotado sitiándolo, rodeándolo de buques de guerra que impedían la entrada o salida del lugar.  

Siempre  quedará la duda, y mientras haya dudas habrá gente que piense que un mundo distinto al capitalismo salvaje  es posible.

JUAN PAN GARCÍA

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