Luego hay que despedirse
de todo lo que realmente te hiere,
para poder salvar un poco
lo que llevamos dentro,
hacer la petición que se anhela,
simplemente abrázame.
Cuando al sonar los relojes,
que marcan el tiempo limitado
que tienes para amarme,
se me torna el alma
en un infierno pintoresco,
que sin pedir nada siento
la herida por tener con él tanta pena.
No ha sido por falta de tener cuidados,
yo te he dicho
que para hacer verdad lo que sentimos,
no basta sentir sólo deseo,
sino que para vivir
hay que tener además algunos sufrimientos.
Vale pensar que el alma tiene
su forma de proyectarse,
hacer ver que tiene la fuerza
que muchos no saben definir,
cabe creer
que si al tiempo pasa se ahuyenta,
eso no sucede si se ha querido de verdad,
con el alma.
Armando Arzalluz Carratalá -cubano-Canario
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