jueves, 29 de julio de 2021

MINIRELATO

  

 La pareja de amantes muertos pasó a mi lado, pero no los vi. Fue cuando me hablaron que me di cuenta. Por alguna razón, no me asusté. Me dijeron: «Este es el camino de los amantes que murieron sin consumar su amor. Aquí podemos al fin disfrutar nuestro cariño. Solo salimos de día, pues la noche la pasamos entera amándonos». 

 Curioso, les pregunté: «¿Y no se cansan?»

 Ellos, al unísono, me respondieron: «En la Eternidad no hay cansancio. Somos felices para siempre». 

 Sentí un frío que me acalambró los huesos, pero, extrañamente, tampoco me asusté. Supe que ya no volverían. Me pregunté porqué me hablaron, pero no encontré respuesta. Y el camino se hizo más estrecho, a medida que mi alma lo recorría…

Victor Diaz Goris 

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