Soñé mil cielos y desperté en tu mirada,
quien diría que mis pupilas
se dilatarían de amor ideal
al ver sus ojos tan de cerca.
Esos que a mi alma tanto inquietaban.
El sentir toda visión en manera de sus manos
amado latido suave respirando de sus ojos
momentos que desnudan los besos.
Caricias que con labios suaves
desorientan la razón al despertar a emoción
las veces de tocar desmedido sabor en dulce boca,
fuego que entrega bella luz color amor.
Palpable imagen en cristales navegando el querer
entre las raíces de sus muslos en imparables abrazos
a locura al pecho al viento de llamas del eco hablando placer.
Soñé mil cielos susurrando pliegues al sentir ensueño vivo.
Jose Nieto y Rebeca Barcenas
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