Yo no quería votar, me han defraudado hasta los míos y sé que estas elecciones no sirven para nada, pues en primavera tendremos otras.
Pero mi Carmen ha dicho que mucha gente en otros sitios carecen del derecho de introducir la papeleta en la urna y que nosotros debemos estar orgullosos de poder hacerlo. Así que ella va a votar. Y me ha prometido que, si ganan los que ella a elegido, esta noche lo celebrará conmigo y me hará probar la receta de "ojos extraviados", que es, según ella, como se me van a quedar estos ojitos míos al degustar tan delicioso manjar.
Y yo, pensando en ello y por colaborar, le he dicho que me dé un sobre con la misma papeleta que ella elija para echarlo yo en la urna. Así tendrá más posibilidades de ganar su candidato.
Yo no quiero saber a quién votamos, pues ninguno de los candidatos me representa; pero se me hace la boca agua solo de imaginar qué sorpresa me prepara mi amada. Ya conocen el dicho: "Pueden más dos tetas que dos carretas".
Estoy seguro de que su receta va a superar con creces la que ha preparado para comer a medio día: pollo en salsa con patatas.
JUAN PAN GARCÍA -Puerto de Santa María-
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