Te amo. Desde ti,
desde mí, desde nosotros.
Cortejo el negro azabache que se engasta en tu mirada
el cual perfuma de luz
cada segundo de mis días.
Galanteo el color de tu aliento
donde hay náyades y ninfas
que llevan tu nombre hasta mis labios
y tiñen de azul nuestros besos.
Enamoro el sabor de tu voz
con ese rumor de violines
que encadena mi alma a la tuya.
Adoro el Malecón
que sirvió de escenario
a nuestro amor.
Admiro las alondras que se demoran en tus labios,
en el suave rubor de luna
con que pronuncias mi nombre.
Quiero el color caoba de tu piel
que se extiende desde tu enero hasta mi mayo
y me acerca a tu ser
con infalible precisión.
Admiro el aroma a luna llena de tus besos
dueños absolutos de mis labios
y mi aliento.
Venero los años que se desgranan sobre tu pelo
pero, sobre todo,
amo mis ansias de amarte
y el no aspirar a nada más,
que a vivir el resto de mi vida
contigo.
VÍCTOR DÍAZ GORIS
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