Es una verdadera mujer
digna de conocer,
trabaja en una secretaría
donde pasa, ahí, todo el día.
A sus horas de descanso
hace un poco el ganso,
pues la tienen quemada
de tanta faena atrasada.
Pero siempre va con alegría
jamás de mal humor,
y su café vertía
en una taza de color,
pues lo pidió con hielo
y es que quemaba
hasta el suelo.
De vuelta a la empresa
donde se hacía presa
cumplía con sus deberes
y restos de sus quehaceres,
con una soltura
que le había dado la natura,
digna de elogiar
y reverenciar.
Pocos reconocían su labor
como lo hacía el dueño,
y es que con esta calor
a todos le entraba sueño,
pero no a ella
que era la estrella,
de una oficina
que es una sucursal
de su central en la China.
Se llama Rosario
siempre sale al escenario
que es la calle principal
de manera muy natural,
dirigiéndose al trabajo
saltando sobre escarabajos,
que le dan auténtico terror
y, de paso, mal humor,
pero que se le pasa rápidamente
como al resto de la gente.
JAUME ALEGRE LASTERRA -Barcelona-
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