Muchos seres desesperanzados, dejamos salir de nuestra sensibilidad, tanta tribulación con lágrimas, al presenciar cuanta malicia reina; más cuando la maldad llore al ver que ha exiliado a toda alma de la humanidad, apenémonos mucho más, pues en tal nefasto imperio, el ansiado bien jamás será repatriado.
ERNESTO ESCOBAR MOREIRA -ECUADOR-
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