AQUEL POETA
Y cayeron los días
de poemas y poesías,
se fueron alejando
de cualquier interés
por sentir o versificar
hasta desaparecer.
El desierto más yermo,
apareció en su lugar
y una tristeza infinita
cubrió todo el entorno
de aquel poeta solitario
que tuvo que tomar...
¡Un antidepresivo!
Prescrito por alguien
que nunca fue poeta,
ni amaba la poesía.
¡Qué tristeza de vida!
Y hasta su final,
prescindió del arte
creativo de sentir
la belleza eterna
de la vida.
No volvió a crear,
tal vez tampoco a creer
en él como poeta...
Y junto a su lápida,
nació una flor
Y... se creó poesía
pero él no la vio...
DESPEDIDA
Despido a la luna
declinando tras los montes.
Ya todo queda oscuro,
ya la vez clarea el día.
Instante mágico
de un día comenzando
de una noche terminando
que se va alejando.
Incongruente belleza
que nos sorprende,
arropa y conmueve.
Se abre o se cierra
a la noche o al día.
Despedida o bienvenida,
lo mismo da...
¡Todo es belleza!
MARÍA LUISA HERAS VÁZQUEZ -Barcelona-
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