AMEBAS MUTANTES

“Hasta que no tengan consciencia de su fuerza, no se rebelarán,
y hasta después de haberse rebelado, no serán conscientes.
Éste es el problema”
1984

¿Estás pensando que todo cuadra?
¡Son deformaciones ópticas esas alucinaciones!
Los pensamientos son soldados desnutridos,
se alimentan de un grano de arroz.
Sus esqueléticos cuerpos
son fantasmas suponiéndose libres,
hablan del futuro atados a grillos del pasado.
Cargan el peso de mochilas vacías,
sueñan con imaginarios espasmos.
¡Si fuesen suyos!
Intuyen que no…
desde niño,
vio claudicar a sus padres.
¡Todo está programado!
Nos hacen creer que es posible desertar,
buscar alguna particularidad
en el Edén de los adentros
… y ¡Florecer!
¡Que hermoso sería!
Volar sin despegarse del suelo…
pero afuera,
tan solo se comprueba
como premian a los clones.
Salir del rebaño implica
desnudarse en público,
sufriendo la vergüenza
de que vean esos cuernos
brotándote del pecho.
¡Un espantoso engendro!
Mutante gritándole
¡No!
a un mundo
fotocopiado.
Negado a venderse,
lucha en vano
porque no le roben la plusvalía,
anda sus propios caminos,
defendiéndose muy solitario,
mientras, las amebas,
lo controlan todo.
¡Una bandera blanca está ondeando!
Pide perdón únicamente
por anhelar alas.
Se ha ganado el trofeo
de la soledad existencial.
¡Es la gran recompensa!
Lo han premiado, excluyéndolo,
¡Corre vendado!
Va tropezándose con los humanoides.
¡Cae!
Caballos desbocados
lo aplastan,
su piel ya no sangra…

Scarlet C