sábado, 29 de septiembre de 2018

ÚNICO EQUIPAJE


Me hundo bajo tierra
la tarde de aguacero.
Murmuran que busco guarecerme,
no, que apisonan a medias, los martillos neumáticos.
Igual matan mal, algunos bien pagos.
En mi pequeño huerto ensayan franco tiradores,
bueno, en algún campo habrían de hacerlo.
En tiempos de guerra,
caminos, carreteras y hasta campos de fútbol,
convierten en territorio llano del Estado.
Una gran piscina acumula sangre,
harán transfusiones.
Sin proponerme, doy el último paseo a los corredores
en mi casa.
Nos trasladan, y en silencio gimo: oh, me alejan de la blanca nieve.
¿Iré danzando, o andando serio?
¿De qué manera no se llama la atención?
Dentro de sí, cada quién alberga miedo, y es su único equipaje.
Los pájaros volverán en la mañana, y no hallarán bajo los manzanos
gente amable, sólo botas, pisando el verde tierno.
Hojas y flores, ahogadas en barro miserable.


Del Libro En las cartas que leía la Bruja de OMÍLCAR CRUZ RESTREPO

No hay comentarios:

Publicar un comentario