Siempre tú.
Cuando los rayos de atardecer
tiñen de Oro tus labios,
tus palabras me saben
a miel,
endulzadas
por la melancolía
del Otoño.
Sueño con tus caricias
olvidándome de todo,
mujer apasionada soy
que llevo dentro
de mi corazón...
Absorta en mis pensamientos,
te recuerdo dulcemente
¡amándote en silencio,
diciéndote....
un te quiero!
Y es..
¡tan grande lo que siento!
¡que dormida me quedo
en mi lecho!
amaneciendo junto a ti...
¡aunque solo sea
un sueño!
-Abrázame
-Bésame
-Ámame
¡Quiéreme hasta
el final de tu vida!
Y... en el más allá
nuestras almas
seguirán unidas...
¡enlazadas
por nuestras manos
apasionadas!
Marina Peralta Ortiz -Granada-
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